Guía para el uso de neumáticos de invierno

Si has decidido usar unos neumáticos de invierno en tu coche, aquí puedes encontrar algunos consejos para elegir los más idóneos y para utilizarlos de la forma más adecuada.
 

En primer lugar, recuerda el índice de carga no puede ser inferior al mínimo homologado por el fabricante. En cambio, sí puede ser inferior el código de velocidad, siempre que se coloque en el interior del vehículo, en una zona visible, una etiqueta con el nuevo límite de velocidad.
 

El límite legal para la profundidad del dibujo es también 1,6mm pero en condiciones de nieve no se deben usar cuando la profundidad sea menor de 4mm.
 

Aunque se pueden usar solo en el eje motriz, es más seguro usarlos en ambos ejes. Se recomienda aumentar la presión en 0,2 kg.

Durante el verano se deben almacenar siguiendo unas pautas para su buena conservación:

• Anotar la posición en que los neumáticos han estado montados, y cambiar la posición el siguiente invierno.
   
• Limpiarlos y secarlos para que no se oxiden y quitar las piedras o posibles residuos de las ranuras.
   
• Almacenarlos en un lugar ventilado, templado, seco y protegido del sol y lejos de sustancias químicas, disolventes o hidrocarburos, de metales o maderas puntiagudos, de fuentes de calor, llamas, objetos incandescentes, y materiales que puedan provocar chispas o descargas eléctricas.
   
• Se pueden dejar de pie o en horizontal los neumáticos desmontados. Cuando están montados sobre la llanta deben almacenarse inflados y colgados o en horizontal.
   

Una opción no desdeñable es tener un segundo juego de llantas, lo que facilita mucho las operaciones de cambio.

Por otra parte, has de saber que hay varios tipos de neumáticos de invierno:
 

Neumáticos cuatro estaciones

Son neumáticos a medio camino entre los de verano y los de invierno. Suelen tener el marcado M+S, pero dado que este marcado no obliga a pasar ningún tipo de prueba, no ofrece el mismo nivel de seguridad que un neumático de invierno en cuanto las temperaturas descienden por debajo de 10ºC. Es cierto que su uso evita el cambio de neumáticos en otoño y primavera, pero a cambio se desgastan más rápido, consumen más y en general tienen peores prestaciones que los neumáticos de verano en verano y que los neumáticos de invierno en invierno. Su uso está muy extendido en Estados Unidos.

Neumáticos alpinos

Los neumáticos de invierno marcados como M+S, 3PMSF, etiqueta para cuya obtención es preciso superar rigurosas pruebas, ofrecen unas prestaciones óptimas a temperaturas inferiores a 7ºC. La goma de que están hechos sigue siendo flexible incluso con mucho frío, sus ranuras evacuan mejor el agua y la nieve y su estructura proporciona un muy buen nivel de agarre no solo sobre nieve sino también sobre asfalto seco y sin nieve. Estos neumáticos pueden ser aconsejables en todo el sur de Europa siendo muy recomendables en zonas frías, o si vas a esquiar de vez en cuando o viajas a zonas montañosas.

Neumáticos nórdicos

Son neumáticos que soportan temperaturas muy por debajo de 0ºC y se comportan muy bien sobre hielo y nieve muy espesa. A cambio tienen un mayor consumo y un rendimiento bastante peor sobre asfalto seco o húmedo. Este neumático solo es recomendable para circular constantemente sobre hielo y nieve.

Neumáticos con clavos

Son una variante del neumático nórdico que incluye clavos metálicos en su estructura  para un mayor agarre sobre hielo. Hacen que la conducción sobre asfalto resulte difícil: rápido desgaste, menor equilibrio, elevado consumo… Además están rigurosamente prohibidos en algunos países. Sólo son recomendables en circunstancias muy extremas.

Resumiendo, las mejores opciones en cada caso son:

• Zonas con temperaturas medias siempre superiores a 7ºC: neumáticos de verano todo el año. Eso si no vas a viajar a zonas montañosas, claro.
   
• Zonas con temperaturas medias inferiores a 7ºC pero en las que no nieva de forma constante a lo largo del invierno: neumáticos alpinos (3PMSF).
   
• Zonas con temperaturas medias inferiores a -10ºC en las que nieve y hielo son la normalidad invernal: neumáticos nórdicos.